Policía estatal de Minnesota acusado de un accidente fatal se declara inocente
El agente de la patrulla estatal de Minnesota acusado de provocar un accidente fatal que resultó en el fallecimiento de Olivia Flores, de 18 años, en Rochester, se ha declarado inocente de todos los cargos criminales. Ha solicitado un juicio con jurado, el cual está programado para marzo próximo.
Shane Roper, de 32 años, enfrenta acusaciones por homicidio involuntario en segundo grado, cinco cargos de operación vehicular criminal y un cargo por conducción imprudente en relación con la muerte de Flores, residente de Owatonna, quien perdió la vida en un accidente ocurrido en mayo.
Roper renunció a un juicio omnibus el jueves y solicitó un juicio con jurado, que está planeado para el 31 de marzo de 2025. Desde el accidente, Roper ha estado en permiso investigativo remunerado. Actualmente, su fianza se ha fijado en $0 con ciertas condiciones, excepto si él desea una fianza incondicional, en cuyo caso sería de $100,000.
El trágico evento tuvo lugar el 18 de mayo en la intersección de Southwest Memorial Parkway y Southwest 12th Street. Según la denuncia, Roper perseguía a un conductor implicado en una infracción de tráfico, llegando a alcanzar 98 mph en la autopista 52. Continuó su recorrido hacia el este por la calle 12th SW, acercándose rápidamente a la intersección con Apache Drive SW, una de las entradas principales al centro comercial Apache Mall.
En ese momento, un automóvil Ford Focus que transportaba a tres personas, incluida la trágicamente fallecida Flores, intentaba girar en dicha intersección. Debido a la velocidad a la que se desplazaba Roper, el impacto fue inevitable mientras seguía a una velocidad de 55 mph en el momento de la colisión. El conductor del Ford Focus describió la velocidad de Roper como la de «un cohete».
Flores, quien se encontraba a punto de graduarse de la Escuela Secundaria Owatonna en junio, perdió la vida a causa de las graves lesiones sufridas en el accidente.
Los cargos formulados contra Roper evidencian un patrón de conducción imprudente mientras estaba en servicio, incluyendo casos en los que alcanzó las 135 mph sin activar luces ni sirenas el mismo día del accidente.
Los investigadores también descubrieron que Roper estuvo involucrado en cuatro accidentes anteriores con su vehículo patrullero.