Trágico accidente en Maplewood deja un bebé muerto
Una menor de edad falleció y cuatro personas más resultaron heridas en un accidente de tránsito ocurrido el sábado en Maplewood, Minnesota, cuando una conductora de 28 años perdió el control de su vehículo mientras manejaba a alta velocidad bajo la influencia del alcohol.
El accidente ocurrió aproximadamente a las 6:25 p.m. en la rampa de la autopista 36 hacia el sur de la autopista 61, cuando Rachale Francine Peloquin, de 28 años y residente de St. Paul, conducía una Chevrolet Tahoe negra del 2002. Según el reporte de la Patrulla Estatal de Minnesota, la conductora «aparentemente perdió el control en la rampa de salida mientras viajaba a alta velocidad».
El vehículo se salió de la carretera, volcó hacia la cuneta derecha de la rampa y terminó boca abajo, sumergido en aproximadamente uno o dos pies de agua. El menor de un año, identificado como Revon Melvin Anthony Todd de St. Paul, fue extraído de debajo del vehículo pero fue declarado muerto en la escena.
Los otros cuatro ocupantes del vehículo fueron trasladados al Hospital Regions en St. Paul con lesiones que no ponían en peligro sus vidas. Entre los heridos se encontraban dos niños de St. Paul de 5 y 6 años identificados como Devon Todd y Drevon Todd, así como Kenneth Alex Williams Jr., de 32 años y residente de Mounds View. La conductora también resultó herida en el accidente.
Las autoridades determinaron que el alcohol fue un factor en el accidente. Peloquin fue arrestada después de recibir el alta médica del hospital y fue ingresada en la cárcel del condado de Ramsey poco antes de la medianoche del sábado. Enfrenta cargos de homicidio vehicular criminal, un delito grave que en Minnesota puede resultar en hasta 10 años de prisión y una multa de hasta $20,000.
Según el reporte oficial de la Patrulla Estatal, las condiciones de la carretera estaban secas al momento del accidente. El informe también indica que el bebé fallecido era el único ocupante que se confirmó que llevaba puesto el cinturón de seguridad.
Este caso representa un ejemplo trágico de las consecuencias fatales de manejar bajo la influencia del alcohol, especialmente cuando hay menores de edad involucrados. En Minnesota, el homicidio vehicular criminal es considerado uno de los delitos más serios relacionados con la conducción en estado de ebriedad.