Los manifestantes se enfrentan a la policía por tercer día consecutivo el 13 de abril de 2021 en Minnesota por la muerte del joven afroestadounidense Daunte Wright. / Foto: Reuters.

La expolicía involucrada, Kim Potter, fue arrestada la mañana de este miércoles y acusada. La ciudad vive cuarta noche de protestas antes de un toque de queda anunciado para las 10 PM hora local.

Un fiscal de Minnesota presentó el miércoles un cargo de homicidio en segundo grado contra una ex oficial de policía de Brooklyn Center que mató de un disparo al automovilista afroestadounidense, Daunte Wright, durante una parada de tráfico el domingo.

El cargo conlleva una pena máxima de 10 años de prisión. El incidente ocurrió en el condado de Hennepin, pero bajo una política adoptada el año pasado en Minnesota, el caso fue remitido a otro condado para evitar la apariencia de conflicto de intereses.

El anuncio se produjo un día después de que la oficial Kim Potter renunció al Departamento de Policía del Centro de Brooklyn, donde había trabajado durante 26 años. El jefe de policía Tim Gannon también renunció el martes.

Gannon publicó el video de la cámara corporal de Potter el lunes en una conferencia de prensa. Mostraba a Potter, que es blanca, acercándose a Wright, un afroamericano de 20 años, mientras él estaba afuera de su auto en tanto otro oficial lo arrestaba por una orden pendiente. La policía dijo que lo detuvieron por tener etiquetas de registro vehicular vencidas.

Gannon dijo a los periodistas que cree que Potter le disparó a Wright accidentalmente cuando lo que tenía era la intención de usar su Taser, un arma de electrochoque no letal que se usa para incapacitar a un individuo, lo que permite que se le acerque y maneje de una manera segura y sin resistencia.

El médico forense del condado de Hennepin dijo que Wright murió de una herida de bala en el pecho y clasificó la forma de muerte como un homicidio.

El cargo fue anunciado luego de una tercera noche de enfrentamientos entre manifestantes y policías.

Las autoridades en el área de Minneapolis habían fijado un horario de toque de queda para las 10 p.m. para tratar de mantener a la gente fuera de las calles, pero cientos de ellos se reunieron frente a la sede de la policía en el suburbio de Brooklyn Center pidiendo justicia.

La policía ordenó a la multitud que se dispersara, y los enfrentamientos subsiguientes involucraron a manifestantes que lanzaron objetos a la policía y a los oficiales usando granadas de gas y granadas de aturdimiento.