Hombre sentenciado a más de 12 años de prisión por asesinato en Minneapolis
Un hombre de 31 años que huyó a Somalia después de cometer un homicidio en Minneapolis hace más de una década fue sentenciado a 153 meses (12 años y 9 meses) de prisión tras declararse culpable de asesinato en segundo grado.
Suleiman Abdulkadir Ali se declaró culpable de un cargo de asesinato en segundo grado en conexión con el tiroteo fatal que ocurrió el 30 de octubre de 2013. Recibió crédito por 465 días ya cumplidos en custodia.
El Crimen: Una Ejecución a Sangre Fría
La policía de Minneapolis respondió a un tiroteo en una gasolinera ubicada en la intersección de Washington Avenue South y 12th Avenue South poco antes de la medianoche del 30 de octubre de 2013. Allí encontraron a Abdirahman Hassan Haji-Ahmed, de 26 años, muerto en el asiento del conductor de un vehículo en marcha.
La víctima había recibido múltiples disparos en la cabeza en lo que las autoridades describieron como una ejecución. Una guardia de seguridad informó haber visto a un hombre saltando cerca de la escena del tiroteo, vestido con una chaqueta estilo universitaria multicolor.
Evidencia Forense Contundente
Los oficiales encontraron cinco casquillos calibre .45 gastados dentro del vehículo, junto con cuatro agujeros de bala en el tablero frontal y uno en el parabrisas. Según los documentos judiciales, los cinco disparos fueron efectuados desde el asiento trasero, indicando que Ali había estado dentro del vehículo con la víctima.
Un pedazo desgarrado de tela, aparentemente de una chaqueta estilo universitaria, fue encontrado junto a una cerca cercana, proporcionando evidencia física crucial que más tarde sería analizada para ADN.
El video de vigilancia de la gasolinera mostró a un hombre, posteriormente identificado como Ali, saliendo de un vehículo e ingresando a la estación entre 10 y 15 minutos antes del tiroteo. Llevaba puesta la misma chaqueta estilo universitaria que se convertiría en evidencia clave.
Fuga Internacional y Caso Archivado
Durante la investigación inicial, los oficiales descubrieron que Ali había huido del estado y probablemente se había dirigido a Somalia. Esta fuga internacional efectivamente congeló el caso durante casi una década.
Somalia, que ha enfrentado desafíos significativos en su sistema de justicia penal y marco legal de extradición, no tenía un tratado de extradición robusto con Estados Unidos en ese momento. Esta situación complicó cualquier esfuerzo para recuperar al sospechoso, permitiendo que el caso permaneciera archivado por años.
Ruptura del Caso: Testimonio de Testigo y Evidencia de ADN
El caso experimentó un avance crucial en 2022 cuando una mujer contactó a la unidad de homicidios del Departamento de Policía de Minneapolis con información vital. La mujer reveló que el día del asesinato, Ali la había llamado pidiendo dinero para abandonar el país.
En una confesión telefónica devastadora, Ali supuestamente admitió haber cometido el asesinato y expresó que tenía que huir del país porque había sido capturado en cámara en la gasolinera. Esta admisión proporcionó el impulso necesario para reabrir activamente la investigación.
En 2024, los investigadores se enteraron de que Ali había regresado a Estados Unidos y estaba viviendo en Fargo, Dakota del Norte. Los oficiales fuera del estado ejecutaron una orden de registro para obtener el ADN de Ali y lo compararon con el ADN encontrado en el pedazo desgarrado de chaqueta.
Los resultados fueron conclusivos: el ADN de Ali no fue excluido de la mezcla, mientras que el 99.4% de la población mundial sí fue excluida. Esta evidencia forense proporcionó la conexión científica definitiva entre Ali y la escena del crimen.
Sentencia y Implicaciones Legales
Bajo la ley de Minnesota, el asesinato en segundo grado conlleva una sentencia máxima de 40 años de prisión. La sentencia de Ali de 153 meses refleja varios factores, incluyendo su declaración de culpabilidad y el tiempo ya cumplido.
Este caso destaca la evolución de las técnicas forenses de ADN y su importancia en resolver casos archivados. También subraya cómo el testimonio de testigos, incluso años después, puede proporcionar avances cruciales en investigaciones de homicidios.
El caso Ali se suma a una creciente lista de casos archivados de Minnesota resueltos a través de avances en tecnología de ADN y genealogía genética forense. Estas técnicas han revolucionado las investigaciones de casos archivados, proporcionando justicia tanto a las víctimas como a sus familias décadas después de los crímenes.
La investigación fue manejada por el Departamento de Policía de Minneapolis en colaboración con la Oficina del Fiscal del Condado de Hennepin, demostrando la importancia de la persistencia en las investigaciones criminales y la cooperación interestatal en casos que involucran sospechosos fugitivos.