Estados Unidos no se quita la mascarilla en interiores todavía
Los casos de contagios y las hospitalizaciones debido al coronavirus han disminuido considerablemente en las últimas semanas en EE. UU.
Ni las bajas hospitalizaciones ni la reducción de los casos de contagio por COVID-19 animan aún a las autoridades sanitarias de Estados Unidos a eliminar la ordenanza de llevar mascarillas protectoras contra el virus en los lugares cerrados.
“Todavía no hemos llegado”, respondió el miércoles en intercambio con los periodistas la directora de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), Rochelle Walensky.
Para Walensky, aunque las cifras son alentadoras, no es momento de proceder a poner fin al mandato de las mascarillas en interiores.
Las tendencias actuales han mostrado que los casos generales han disminuido más del 44 % en la última semana y las hospitalizaciones han disminuido casi un 25 %, informó durante la comparecencia diaria del equipo de respuesta al COVID-19 de la Casa Blanca .
En tanto cada semana se suman gobiernos estatales y locales al anuncio de planes para comenzar a eliminar sus requisitos de mascarillas. El miércoles, el estado de Nueva York se convirtió en el último, y la gobernadora Kathy Hochul dijo que las tasas de infección habían disminuido a un nivel en el que era seguro rescindir la orden general de cubrirse el rostro.
La Casa Blanca informó que muchos estados como Nueva York estaban levantando sus mandatos por fases y reconoció la necesidad de que los gobiernos locales sean flexibles, sin embargo alertó de que los CDC estaban basando su orientación en la vigilancia y los datos a nivel nacional, siendo los hospitales, en particular, un barómetro.
El coordinador de la respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, Jeff Zients, dijo que, en términos de la pandemia, enero fue un mes difícil, pero los datos mostraron que la nación se estaba moviendo hacia un momento en que el COIVD-19 ya no perturbará el día a día de la población.
A la fecha 210 millones de personas habían sido completamente vacunadas y, en las últimas tres semanas, en todo EE. UU. los casos diarios se redujeron en un 65 % y las hospitalizaciones se redujeron en un 40 %, según datos oficiales.