La OCDE prevé crecimiento modesto para economías de América Latina, panorama mejora en 2025
Según la OCDE, las principales siete economías latinoamericanas crecerán un 1,4 % este año y un 2,4 % en 2025.
CIUDAD DE MÉXICO — Las economías de mayores ingresos en América Latina tendrán un crecimiento modesto este año y el próximo, a excepción de Argentina, debido a que la demanda externa continúa siendo débil, dijo este jueves la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El organismo, que tiene su sede en París, dijo en su informe semestral de perspectivas para la región que, en promedio, las principales siete economías latinoamericanas crecerán un 1,4 % este año y un 2,4 % en 2025, una ralentización después del avance del 1,9 % de 2023.
«En 2025, las perspectivas para la región tienen un tono más positivo, asociado a un mayor crecimiento de la demanda externa, y una menor inflación, ya dentro de los rangos meta de los bancos centrales», dijo OCDE en el informe.
Pero los riesgos económicos continúan sesgados a la baja, ya que «las tensiones geopolíticas globales y la volatilidad en los mercados financieros globales podrían tener un impacto negativo en la región», advirtió.
Los desastres climáticos también podrían afectar la actividad, al impactar en las producciones agrícolas en una región clave para los suministros de granos y alterar los precios de las materias primas que se exportan, indicó.
El informe puso de relieve los riesgos asociados a los elevados niveles de deuda pública y los déficits estructurales que deberán menguar en los próximos años para generar mayor espacio fiscal, a lo que se suma la necesidad de elevar la inversión para aprovechar las oportunidades de crecimiento.
En este sentido, la OCDE considera que las naciones de América Latina deberán invertir 1,5 puntos porcentuales del PIB cada año hasta el 2030 a fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para el 2050.
Y las ventajas asociadas a la transición energética serán cruciales en este aspecto, dijo el organismo, ya que la región está bien posicionada para explotar vías de mitigación del cambio climático.
«América Latina lleva la delantera en el proceso de transición energética a nivel mundial porque es líder en utilización de energías renovables. Otra ventaja que tiene es la abundancia de minerales como el litio, el cobre y la plata», dijo Aida Caldera, jefa de la división de economía de la OCDE, en conferencia de prensa.
El reporte añadió que Brasil, Chile y Colombia podrían convertirse en exportadores clave de hidrógeno verde en los próximos años.
Perspectivas cautelosas
En el desglose de proyecciones, Costa Rica encabeza el crecimiento con un avance previsto de un 3,6 % para este año, mientras que Perú y Chile se expandirán ambos un 2,3 % en 2024, con perspectivas de otro repunte para el próximo año gracias a una esperada recuperación de los salarios que elevará el consumo y un relajamiento de la política monetaria.
Para las economías de mayor peso, el organismo espera una ralentización en Brasil al 1,9 % desde la expansión de 2,9 % el año pasado y una desaceleración en México al 2,2 % en 2024 desde el crecimiento de 3,2 % del 2023.
En Brasil, la principal economía de la región, la OCDE considera que el gasto de los hogares será el motor clave de crecimiento, alentado por un robusto mercado laboral; un escenario similar al de México, donde la solidez del empleo sostendrá la demanda interna.
Las perspectivas para Colombia también ofrecen cierto optimismo, puesto que se proyecta un repunte parcial de la inversión a medida que mejoran las condiciones financieras, aunque la inflación ha continuado en niveles elevados a pesar de su trayectoria decreciente.
El informe llama la atención sobre la situación de Argentina, donde prevé que la economía se contraiga un 3,3 % este año por el impacto de la hiperinflación y los severos ajustes fiscales que considera «necesarios», pero que lastran el consumo. Para el 2025, la OCDE estima una recuperación del PIB al 2,7 %.
«La consolidación fiscal anunciada debería continuar», señaló el reporte sobre la economía argentina. «Junto con el fin de la financiación monetaria y el refuerzo del balance del banco central, dicha consolidación restablecerá la estabilidad macroeconómica», añadió.