[Foto: Archivo] Reuters.

La CBP considera que el análisis situacional no evidencia que exista una amenaza real a la seguridad de los estadounidenses dentro del territorio, con posibles infiltraciones de miembros de grupos terroristas por la frontera sur. Cree que los riesgos son más internos.

WASHINGTON — Los temores de que el mortal ataque terrorista de Hamás contra Israel pueda ayudar a desencadenar un conflicto más amplio o incluso ataques terroristas en Estados Unidos no se han materializado aún en amenazas reales, según funcionarios estadounidenses; pero, eso no ha impedido que las preocupaciones se propaguen.

El foco en la amenaza potencial ha aumentado en los últimos días, tras la aparición en línea de un aparente memorando de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) que advierte que miembros con vínculos con Hamás, la Jihad Islámica Palestina o Hezbolá podrían intentar ingresar a Estados Unidos a lo largo de su frontera sur con México.

Estados Unidos ha designado a los tres grupos como organizaciones terroristas extranjeras.

“Las personas inspiradas por el actual conflicto entre Israel y Hamás o que reaccionen a él pueden intentar viajar hacia o desde el área de hostilidades en Oriente Medio mediante los circuitos de tránsito de la frontera suroeste”, según el memorando, obtenido por primera vez por The Daily Caller.

El documento de la CBP en San Diego advierte además: “Los combatientes extranjeros motivados por la ideología o mercenarios pueden intentar viajes clandestinos hacia o desde Estados Unidos y hacia o desde países de Oriente Medio, a través de México”.

Luego muestra insignias asociadas con cada uno de los grupos y sugiere preguntas que podrían ayudar a identificar a un combatiente extranjero.

CBP se negó a confirmar la autenticidad del memorando pero, en una declaración a la VOA, minimizó la amenaza.

«La CBP no ha visto indicios de que combatientes extranjeros dirigidos por Hamás intenten ingresar a Estados Unidos», dijo un portavoz.

El portavoz también agregó que CBP “proporciona al personal de primera línea una amplia gama de contexto para el conocimiento de la situación con el fin de garantizar que permanezcan alerta en el cumplimiento de nuestras misiones de seguridad nacional y fronteriza”.

«Los informes de conciencia situacional no son evaluaciones de amenazas», dijo el portavoz.

Las preocupaciones de que el ataque terrorista de Hamás y la posterior respuesta militar de Israel pudieran extenderse a las calles de Estados Unidos aumentaron a principios de este mes, cuando un ex líder de Hamás convocó a un día de ira, instando a los musulmanes a «unirse a la lucha» y a entregar un «mensaje de ira» en apoyo de la lucha del grupo militante contra Israel.

Los departamentos de policía de Nueva York, Los Ángeles y Washington intensificaron la seguridad como medida de precaución, y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EEUU organizó una convocatoria para que casi 4.000 agencias policiales de todo el país revisaran el entorno de seguridad y compartieran recursos adicionales.

A pesar de las preocupaciones, un funcionario de seguridad nacional dijo en ese momento que la agencia no tenía «ninguna información de inteligencia creíble específica que indicara alguna amenaza potencial a la patria en este momento».

«Si se desarrolla alguna información que requiera que ajustemos nuestra postura de seguridad para proteger la nación, estamos, por supuesto, preparados para hacerlo», dijo el funcionario.

Amenaza local

Las evaluaciones de amenazas del DHS también han advertido, repetidamente, que el mayor peligro es local, no extranjero, y «está marcado por delincuentes solitarios o ataques de grupos pequeños que ocurren sin previo aviso».

Los funcionarios expresaron su preocupación de que el volumen de videos y propaganda que inundan las redes sociales pueda servir como acelerador.

Algunos legisladores estadounidenses han expresado su preocupación sobre la posibilidad de que terroristas utilicen la frontera con México como puerta de entrada a Estados Unidos.

“El número de personas con información despectiva en bases de datos de detección de terroristas que cruzan ilegalmente la frontera suroeste también se ha disparado durante la Administración Biden”, escribieron los presidentes republicanos de los comités de Supervisión, Judicial y Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes en una carta dirigida al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el mes pasado. La carta advertía sobre un «elevado riesgo para la seguridad nacional».

Los funcionarios de la CBP sostienen que “los encuentros de terroristas conocidos y sospechosos en nuestras fronteras son muy poco comunes”.

Pero un aumento en la migración en todo el continente americano ha aumentado los riesgos.

«Obviamente nos preocupa que con ese aumento, pueda haber un aumento de personas que podrían venir con intenciones malignas, incluidos terroristas potenciales», dijo el subsecretario de inteligencia y análisis del DH, Kenneth Wainstein, en una audiencia en Washington el mes pasado.

Wainstein considera que el departamento estaba trabajando estrechamente con el FBI para identificar mejor a cualquier persona potencialmente afiliada a grupos terroristas. Las diversas entidades del departamento han «intensificado significativamente sus operaciones para garantizar que identifiquemos a esos malos actores antes de que se crucen», dijo.

Más recientemente, funcionarios del DHS dijeron que no ha habido señales de que grupos terroristas estén buscando explotar los patrones migratorios.

«Simplemente no hemos visto ninguna información que sugiera eso en este momento», dijo un funcionario a principios de este mes, informando a los periodistas bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente.

Aún así, otros ojos también están atentos, especialmente cuando se trata de Hezbolá, un grupo vinculado a Irán que se sabe que opera en América Central y del Sur.

Estados Unidos está «observando muy, muy de cerca», dijo el comandante del Comando Sur de Estados Unidos durante un foro en Washington a principios de este mes.

«Al trabajar con nuestros países socios, obviamente ellos también están preocupados», dijo la general Laura Richardson en respuesta a una pregunta de la VOA.